No me malinterpreten, amo a mis humanos. Sobretodo cuando me dan comida y cariños, pero nunca me caen mal. Pero ahora están muy raros. No sé qué les pasa. Normalmente me hacen cariños en la mañana, luego desaparecen detrás detrás de una puerta negra muy grande por donde salen dentro de sus cosas esas que se mueve. Pero... después regresan y me hacen más cariños.
Cuando ellos se van, yo juego con las ardillas y los pájaros del jardín y corro mucho y ladro mucho. Pero, ¡No sé qué pasó! Ahora no se van. Se quedan. Ni siquiera se visten, se quedan todos fachosos todo el día.
También noté que se lavan mucho sus patas de arriba. Todos raros. O sea, sí me gusta que me hagan cariños todo el día, pero a veces me gustaría que se fueran para ladrar a gusto.
Pero bueno, no me quejo. Me siguen dando de comer :).